El origen de este proyecto es la necesidad de prevenir o detectar de forma temprana los incendios forestales que se den cerca de las líneas aéreas para poder poder proteger tanto a las infraestructuras eléctricas como a su entorno.
El objetivo principal es analizar distintas soluciones con las que se puedan establecer indicadores de riesgo de incendio en zonas con difícil acceso humano, que suelen contar con poca o nula cobertura y en donde no se dispone a priori de puntos de conexión a la red eléctrica para alimentar los sistemas. Los escenarios con estas restricciones, normalmente bosques o demás zonas forestales, son las que requieren un menor tiempo de detección para que se pueda actuar en consecuencia.
En la primera parte del proyecto la Cátedra elaboró un informe sobre el estado del arte de las técnicas de prevención y reducción de fallas por incendios y los sistemas de detección de incendios. Las soluciones que se pueden encontrar en la literatura y en el mercado se basan en distintas tecnologías como: mapas de riesgo realizados con IA, uso de técnicas de procesamiento de imágenes e IR y automatismos móviles colgados de las líneas de alta tensión.
Una de las soluciones incluidas en el informe es el uso de las redes sensoriales inalámbricas (Wireless Sensor Networks, WSN). En la segunda fase del proyecto, la Cátedra diseñó una WSN basada en la tecnología de comunicación inalámbrica LoRa teniendo en cuenta las restricciones técnicas y las características del escenario que se pretendía abarcar.
La implementación de la red permitió la evaluación de varios aspectos del sistema: eficiencia energética, calidad de la comunicación, tiempos estimados de respuesta, etc. El diseño, implementación y posterior evaluación posibilitó la elaboración de publicaciones científicas y un Proyecto de Fin de Máster de Ingeniería Industrial de la Universidad de las Islas Baleares.